La cartomancia- Parte I

Desde tiempos ancestrales el ser humano, en vista de sus inquietantes preguntas acerca de su propia existencia, ha buscado –de muchísimas maneras- poder conocer lo que le depara el futuro. Y no sólo esto, en su constante afán de prevenir y verse salvo de cualquier mal, ha adoptado diversos recursos para conocer qué sucedería si actuara de una determinada manera.

Uno de los medios –y quizá uno de los más certeros y actuales- para conocer el porvenir, es la cartomancia.

La cartomancia es un modo de prever el futuro o de adivinarlo, basado en el uso de una baraja de naipes. El procedimiento más famoso es el que todos conocemos como ‘tarot’. Es, en base, la interpretación correcta que se le presta a lo que significan las conocidas cartas del tarot, tomando en consideración la simbología de cada una de ellas.

Tarot y cartomancia, ¿son lo mismo?

No, puesto que el tarot está DENTRO del recurso de la cartomancia. Considerando que en el caso del tarot, lo que se espera es una respuesta en base a una introspección propia; y, en cuanto a la cartomancia, el objetivo es buscar predecir cualquier eventualidad futura, objetivamente.

Todo aquello que la baraja muestre –sean los dibujos, formas, colores y/o símbolos- deberá ser estrictamente interpretado por un entendido, experimentado, en cartomancia.

La cartomancia se divide en tres métodos importantísimos. Estos son:

1. El método del Magnetismo
Siendo uno de los sistemas más populares, en función a la facilidad de su realización, el método del Magnetismo consiste en la lectura de las cartas del tarot de la mano con la interacción de las energías que fluyen desde el propio vidente perito. De esta manera, es de carácter obligatorio (e indispensable) que las cartas sean manipuladas solamente por el experto quien -a su vez, inmerso en las energías que rondan el lugar- deberá interpretarlas y concluir con una predicción. En este método lo más importante es la conexión de energía que se pueda crear entre el vidente y las cartas del tarot.

2. El método de la Concentración
Es mucho más complejo que el del Magnetismo, por su grado de dificultad. El método de la Concentración se basa en –como su nombre lo dice- poner la mente en neutro con el fin de proyectarle una realidad ocasionada por la energía vital. En la medida en que el consultante continúe expresando sus inquietudes y cuestionamientos, es que la energía seguirá proveyendo las imágenes, a manera de respuesta. El autocontrol es el arma principal para lograr tener absoluto control mental. 

3. El método de la Intuición
Este método es casi tan popular como el primero. Consiste en dejar la visión en manos de la propia intuición del vidente. Al igual que en el Método del Magnetismo, es importante que se establezca una conexión entre vidente y energía.

En el próximo artículo, expondremos la relación entre la cartomancia y los Arcanos ¡no te lo pierdas!